Bottinelli metió un doblete en el ¡8-2! al Santiago Morning del Pepe Basualdo. Se fue ovacionado.
FERNANDO LAPISCO flapispico@ole.com.ar
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"Aparte de los dos goles, el equipo funcionó muy bien, eso es lo más importante", dijo el volante de 21 años, tratando de frenar la marea de comentarios que generó su actuación. Y cómo hacer para que sus hinchas no se ilusionen, si hasta le demostraron su cariño y él retribuyó con un beso a la camiseta. "Me gustó la ovación de la gente, pero esto recién comienza y haré lo posible para que sigan coreando mi nombre", tiró quien conducirá a la Universidad Católica en el torneo chileno y en la Copa Libertadores. Este último dato no es menor, ya que su equipo integra el grupo de River. "Será un desafío muy grande, pero no nos sacamos chances. Tenemos una gran ventaja: jugaremos los dos últimos partidos como locales. Estamos para clasificarnos", le había dicho a Olé hace quince días. La confianza de Bottinelli está basada en un equipo que espera ser protagonista en Chile y sacarle el trono al Colo Colo tetracampeón del Bichi Borghi. Y a nivel continental, pelearle mano a mano a América de méxico y River. Tiene con qué.
Además de Darío, el team dirigido por Fernando Carvallo cuenta con la seguridad del Tati Buljubasich, un ex Millonario, en el arco, con una defensa de cuatro de la que forma parte hace mucho tiempo Facundo Imboden, ex Boca. El medio da batalla con Medel y Ormeño, y arriba Héctor Tapia está para meterla. El Pollo parece haber encontrado su lugar. Qué arraque que tuvo...
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